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Indígenas de la costa norte: prácticas y técnicas alimenticias

Solapas secundarias

Reconstrucción arqueológica de la dieta indígena


Para comprender los cambios tecnológicos y la dieta de los habitantes originarios del borde costero del desierto de Atacama, el Museo de Antofagasta estudió la secuencia ocupacional a través de información arqueológica proveniente fundamentalmente de los sitios del período Arcaico, Chacaya II, y del Formativo, Punta Blanca.

Estos materiales y desechos evidenciaron:

  • Fabricación y uso de herramientas como cuchillos bifaciales, puntas de proyectil, percutores, una posible pesa lítica y un fragmento de hueso pulido y aguzado.
  • Presencia de diversos moluscos en la dieta alimenticia, como choros, locos, ostiones, machas y lapas.
  • Caza de mamíferos y aves marinas como lobos marinos y delfines, además de distintas especies de peces, entre ellos jurel, corvina y vieja.



Secuencia ocupacional del borde costero

Los primeros pobladores que habitaron el territorio fueron nómades pescadores y cazadores recolectores que se especializaron en la explotación de moluscos, peces, lobos marinos, delfines y distintas aves marinas.

Para ello, fabricaron herramientas como puntas de proyectil, cuchillos, raspadores y leznas líticas. En esta primera etapa del desarrollo cultural Arcaico se cuentan los siguientes hitos:

  • Entre el 6000 y 5000 a.C., se difundió el uso de anzuelos confeccionados con conchas de choros, además de pesas líticas.
  • Entre el 4000 y 2000 a.C., se produjo un importante cambio en su organización social que los llevó a formar comunidades semi-sedentarias constituidas por varias unidades familiares. Además de practicar la recolección marina y la pesca de orilla, transformaron su economía y se volcaron hacia los recursos de alta mar.

Durante esta última etapa fabricaron un conjunto de herramientas para pescar especies de mayor tamaño, como redes de arrastre, poteras, un sistema de arpones desmontables para la caza de grandes presas marinas, y embarcaciones.



Período Formativo costero

Desde aproximadamente el 1000 a.C., los habitantes de los pueblos costeros del norte de Chile expandieron sus esferas de interacción social con otros grupos del interior del valle del Loa.

Intensificaron también su especialización sobre el medio marino, lo que les permitió generar más alimento del que requería su propia comunidad, e intercambiar sus excedentes con otras localidades mediante el trueque (Ballester y Clarot, 2014:41).

Una compleja red de relaciones comerciales en la zona del desierto de Atacama se tejió a partir de entonces. En el interior aumentó el consumo de recursos marinos y pescado seco, y las comunidades costeras obtuvieron textiles, cordelería de fibra animal, vasijas cerámicas, elementos fumatorios y metales.

A través del intercambio también se proveyeron de vegetales cultivados como diferentes tipos de maíz, quínoa, y zapallos. Sin embargo, la investigación del equipo arqueológico del Museo estableció que su consumo no fue generalizado ni cotidiano, sino más bien de uso ritual y simbólico (Ardiles, 2012).

Período Intermedio Tardío

Entre el 1000 d.C., hasta aproximadamente la expansión incaica en 1420 d.C., las comunidades costeras del norte de Chile intensificaron la explotación del medio marino con el uso de los mismos medios de producción de la etapa Formativa, pero con innovaciones en las herramientas de cobre y en los cabezales líticos y capachos.

Crearon una sociedad y economía macro-regional a partir del intercambio con los pueblos agro ganaderos, que se desarrolló a lo largo de una transitada red de caminos que proliferaron por el desierto de Atacama.

Los productos que intercambiaron con el Estado Inca fueron principalmente guano, mariscos, pescados secos y congrio deshidratado, al que llamaron "charquecillo".

Entre los objetos de consumo cultural encontrados se cuentan vasijas cerámicas ariqueñas y copiapinas, artefactos de metal y madera, además de textiles y vegetales de distintas localidades del interior.

A pesar de que en este período se intensificaron los intercambios, las poblaciones costeras en general conservaron gran parte de sus formas tradicionales de subsistencia basadas en la explotación de diversos recursos marinos.

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