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Registro visual de la industria del salitre en Antofagasta

Solapas secundarias

Oficinas salitreras


Las oficinas salitreras fueron pensadas como un medio de producción para el nitrato. Se buscaba la máxima concentración de capital y de trabajadores en un territorio hostil, desértico y autónomo, emplazado en plena pampa intermedia del Desierto de Atacama.

Poseían una arquitectura definida, tomada de ciudades fabriles europeas y norteamericanas, que variaba levemente de un yacimiento a otro, de acuerdo a la riqueza de cada uno.

Por su producción y envergadura, destacan en la región las oficinas de Chacabuco, ubicada en el Cantón Central, y María Elena y Pedro de Valdivia, localizadas en el cantón del Toco.

El conjunto de oficinas salitreras, relacionadas en un territorio común, y vinculadas por un ferrocarril que conectaba a un puerto de embarque, se denominó cantones salitreros.

En Antofagasta hubo cuatro circunscripciones geográfico-administrativas. De norte a sur: el Toco, Cantón Central, Aguas Blancas y Taltal.

El espacio de las oficinas salitreras estaba constituido por cuatro secciones:

- El campamento: lugar que reunía las habitaciones y/o casas donde vivía la población y los edificios de los diferentes servicios, como escuelas, baños, pulperías, etc.

- El escritorio: denominado así al edificio de la administración.

- La máquina: espacio donde se efectúa la elaboración del salitre, compuesta de maquinarias y aparatos.

- La maestranza: taller donde se construían o reparaban las piezas de las máquinas, herramientas y utensilios.

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